domingo, 24 de septiembre de 2006

Recuerdos de un ser... Que no supo ser


Persona hermosa, persona difícil de entender, pero fácil de querer. Figuras creamos en el inicio del camino que nos condujo a la vida. Caminos parecidos y caminando juntos te aprovechaste ingenuamente de mi prudencia. No pude soportarte, fuiste a quien más tuve cerca. Supiste detestarme por cosas que nunca fueron lógicas. Nuestros tratos fueron distintamente ejecutados. Sobre árboles construimos casas y sobre el agua botaste un gran temor que al mirarte en ella se te reflejaba directo a los ojos. Sonreíste poco, por eso cada sonrisa tuya brillaba por sobre la mía, transformándola a tiempos presentes en amargura.
En nuevas constelaciones nos encontrábamos muchas noches, pisando el aire queriendo alcanzar estrellas cercanas… hasta que un día te atraparon y te robaron de mí, en un principio sólo de mí, lo hubiese preferido así, y tú, sin hacer esfuerzo por defenderte a ti mismo te dejaste inyectar en el alma un sentimiento que nunca antes conocí. Dime cuál es el mágico ser que consigue transformar una jaula de oro en vapor, el segundo maldito en el que pasaron años sin poder entenderte, el poderoso pacto que nunca te dejó reaccionar frente a quienes sufrieron viéndote embrujado. Subiste al cielo en alma o tal vez absorbieron desde las profundidades de la tierra el sentimiento que yo reclamo, pero aun al verte y estando siempre a tu lado no pude encontrarte. Mi mirada atravesaba tu cuerpo y se perdía enrarecida por el espacio. Una palabra era nula como el dibujo que durante toda mi vida pinté sobre el agua, sin sonido y sin sentido como la canción que en mis días desiertos compongo. Pesaron las tardes sobre mí, y me quitaron una segunda parte, que no tiene fin, mataron al cómplice y delator de mis acciones. En mi ausencia te supe guardián de mi fortuna, mas, de nada sirve sin poder compensarte. Recompensa ingrata, la obtuve yo.
La gente me hablaba de ti, la gente me preguntaba por ti y yo atrapado en mi desconcierto rompí con el último lazo que por más de una década nos unió.

Pero resulta de todo esto…

Resulta que todo era un holograma, una imagen falsa de la realidad. ¿Serán las mariposas o el paisaje hermoso de cada tarde tan ciertos como para contarlos una vez más?
Resulta que en algún recóndito lugar de la mente se protegen de los recuerdos aquellos que amenazados sienten ser parte de una verdadera originalidad, el origen perdido que todos buscan, pero resulta entonces que es inútil perseguirlo.
Resulta ahora que la razón de mi universo no tiene fundamentos, buscando pruebas o respuestas pero resulta que en un descuido se nos va el camino de nuestro mejor comportamiento.

Resulta que nada resulta porque así debe ser….

Haciendo lo nunca imaginado, viviendo el embargo de todo cuanto se tuvo.
Siempre supe que uno y uno sumaban dos, pues resulta nada más y nada menos que ahora somos tres. Pero a fin de cuentas sólo soy yo.
Resulta entonces… que el resultado de la vida se esconde tras todo lo que vemos con claridad, no obstante viviremos siempre resolviendo nuestro camino pensando que aquello que parece real motiva y condiciona un resultado final.