domingo, 23 de julio de 2006

INTROSPECCION


Te acordaste de la vez que te inundabas en la nube espesa que cada día cubría tu mente y todo tu ser???... te acordaste de cuanto tiempo pasaste pensando y buscando tonterías que nunca en realidad podrías conocer??... Cuántas horas dormías pensando en ese y en el otro problema del cual pasabas indirectamente a participar??... soñaste en ese tiempo alguna vez con algo hermoso o que la vida te pudiera regalar??... ciertamente te vi en tu ventana dibujando a toda hora el bosquejo del oscuro túnel muy complicado de atravesar…enmarañado y lleno de barreras. Rompiste alguna??... Una vez te vi botado y no supe si llorabas o querías con tus ojos lavar el suelo que te sostenía… te sostenía con gran resistencia, pues tu peso era el doble del que debías a esa edad tu cargar… Te mantuviste alejado… no percibiste a caso cuántas personas quisieron conocer a esa frágil alma que con tanto brío te empeñabas en cuidar???…y lo conseguiste. Se que no es tu culpa… pero por todo aquello te llegué a odiar… y tanto fue mi odio por ti…que hoy no hago más que amarte porque aprendiste a quererme… me entregaste la posibilidad de ayudarte…y hoy sabes escucharme…
Recuerda tan solo el caos que se creó en tu existencia durante tantos años… durante la mitad de tu vida…durante el tiempo que fuese…caos al fin y al cabo… Conseguiste mucho, fuiste reconocido y respetado…nunca creaste enemigos…ellos se te creaban; nunca hablaste del otro, mas bien callabas para desilusionarte del que hablaba de ti. Nunca pediste nada, y nunca tampoco lo esperaste. En el fondo sabías que eras mejor que muchos más…pero preferiste ocultarlo y hundirte cada vez más…Soñabas con el día que todo podía cambiar, pero nunca hacías nada por conseguirlo… Te mantuviste al margen de la realidad…no supiste en ese tiempo que era lo que pasaba por tu alrededor, perdí el tiempo contigo soportando cada día, cada segundo tu dolor. Si hubiese podido separarme de ti, hubiese disfrutado todo aquello de lo cual te privaste, fuiste egoísta conmigo…pero te quiero porque no lo sabías… Tu y yo hemos vivido esta corta pero a momentos larga vida juntos, y es por eso que hoy te hago recuerdos de cuando caíste en un abismo que nunca buscaste, porque es así la única manera que tengo de que te des cuenta de lo que hoy vives y de lo que somos. Uno somos, te agradezco entonces por mantenerme vivo… Debes agradecerme por mantenerte en pie.

ERROR



Y que más da si un día pretendo cruzar cercos hermosamente plantados sobre extensos campos de un lugar desconocido?... y más aun volando pero sin alas, solo con el alma que empuja mi cuerpo al lugar inexplorado que quiero visitar. No debe estar malo por un segundo creer que aquella evasión que por un instante llamo locura forme parte de mi forma de ser. Los pies sobre la tierra son realidad, mas los sueños se alcanzan una vez despegada la planta de ellos. La planta es aquella flor que nos hace pensar que cada color es un momento diferente del cual día a día podemos conocer como tan infinitos son. Y tan infinitos pueden ser los momentos que no nos damos cuenta cuando ya acaba o comienza uno nuevo, no distinguimos el color. La distinción se produce una vez teniendo al menos el conocimiento de lo diferente a lo acostumbrado, tan sólo de esa manera sabremos si esto o aquello es diferente.. Y si quiero pensar alguna vez que recorro por una noche los tejados de mi ciudad??, o que una niña que en sueño me alza sus brazos al cielo intentando mi mano alcanzar es la importancia de una mujer en mi realidad?... Es diferente pensar desigual por no concertar con el pensamiento adecuado a la forma única de la que tu mente no sabe disgregarse. Escapar… entonces vuelvo a pensar y en un día tan apacible de tarde nostálgica resurjo al escapar… Consigo subir montañas o sumergirme a grandiosa profundidad del mar… Obtengo ser quién siempre he soñado y no quién me queda por ser…conforme a esto y a todo lo anterior, que aquel que juzga diga dónde está que yo no encuentro mi gran error.

sábado, 22 de julio de 2006

ESPERANDO NADA




Siempre he soñado con la relación ideal. ¿Será por eso entonces que aun no concreto nada que pueda llamarse “estable”?. Sin duda que no, porque lo ideal no es lo imposible y por consiguiente espero el momento en que lo posible llegue hasta mi.

¿Por qué no pensar en algo tan bonito de la manera correcta y de la forma con la cual yo logro sentirme cómodo?, y no forzado a adecuarme a lo que las personas de este resurgente “submundo” (del que algunos formamos parte) han adoptado como primera modalidad. Una modalidad, una forma apresurada de hacer las cosas, una necesidad imperiosa de recorrer, acumular y comparar.

Y mi mente cae en eso, y mi mente a ratos es envuelta por la política que rige en este “submundo” para poder ser parte de el. ¿Y quién quiere ser parte de el? Yo pertenezco al mundo de todos y nunca por nada me cambiaré de ahí, por tanto, ese llamado submundo sólo quedará entonces reservado para cuando la persona indicada pueda crearlo conmigo. Pero no hay que exagerar, si socializar.

Socializar me ha mostrado dos caminos totalmente diferentes que de acuerdo a conseguirlo o quererlo se compone un gran resto de lo que pueda vivir.
Volviendo a lo anterior, contengo en mis recuerdos lo bonito que es sufrir por conseguir estar con aquella persona, lo mágico que se tornan los días y cada cosa que en ese momento pueda ocurrir; una canción, un lugar, miradas o la misma tristeza de saber que la tienes lejos o nunca estuvo contigo.

¿Habrá alguien en realidad que comparta esta opinión, este deseo conmigo?, pues se dice que si. Se trata de coincidir lo más posible, para creer que somos compatibles. Es una buena carta de presentación, que luego de haber sido leída y vuelto a leer queda rota en un montón de pedazos, interpretando de sus letras que nada de lo escrito allí era tan real.

La relevancia de este tema no da para mucho dentro de mi sólo hasta cuando recuerdo que el tiempo corre y corre y me asusto de pensar que no viviré lo que siempre estuve esperando. Por eso es que ya no espero, ya no busco, sólo imagino teniendo la certeza de que un día llegarás y podrás hacerlo realidad.